viernes, 28 de agosto de 2009

Soy Cuba 1964 (Ya Kuba)

Soy Cuba es una controvertida película sobre la Revolución cubana, formada por cuatro historias, se muestra el inicio de la Revolución y el fin de la dictadura de Batista. Esta producción Cubano-Soviética se inició en el festival de Moscú en 1961 coincidiendo con la “crisis de los misiles” en Cuba, conflicto que enfrentó a EEUU, Cuba y la URSS, cuando EEUU descubrió bases nucleares soviéticas en territorio cubano.

La película pretendía ser una fuerte herramienta propagandística gracias al acuerdo entre los estudios rusos Mosfilm y el Instituto Cubano de Arte e Industria Cinematográfico, que acordaron que el director fuera Kalatozov, al que se le dio carta blanca. Kalatozov se lo tomó muy en serio y recorrió la isla junto a doscientos soviéticos y cubanos dedicando dieciséis horas al día a grabar la revolución. El director quería que fuera un proyecto muy importante, impactante, y por eso dijo estas palabras: “esta película será mi respuesta y la de todos los pueblos soviéticos a la agresión del imperialismo americano”.


Kalatozov confió el guión a dos jóvenes escritores, el poeta ruso Yevgeny Yevtushenko y el cubano Enrique Pineda Barnet. Las cuatro historias están formadas por la de María una joven forzada a ejercer la prostitución en un club habanero, la de Pedro un campesino cuyas tierras son vendidas por el dueño a una compañía “Yanqui”, la de un estudiante revolucionario que llevará sus ideales hasta el final y la de las miserias de una familia en Sierra Maestra. Pero el gran valor artístico que tiene esta cinta no recae en las cuatro historias, que podrían estar un poco estereotipadas, si que recae en la puesta en escena, en las incomparablemente bellas imágenes, en la ambientación y la fotografía, por todo eso esta película es única.

Sólo con ver dos movimientos de cámara como el del ático del edificio en el que la cámara con un gran angular circula entre un desfile de chicas y luego desciende por la fachada del edificio hasta sumergirse dentro de una piscina o cuando la cámara graba la procesión con el ataúd de un revolucionario y sube hasta lo alto de un edificio, pasando a una vivienda donde fabrican puros, y luego saliendo por la ventana y volando por encima de la marcha, solo viendo esto se aprecia el valor artístico y técnico de la película.

Soy Cuba fue estrenada sin mucho éxito ni en Cuba ni en la Unión Soviética, de tal manera que el film fue incluso archivado ya que en esa época no se entendió muy bien, pero 30 años después la película fue “redescubierta” por Martin Scorsese y Francis Ford Coppola, y fue reestrenada ahora con muchísimo más éxito que la primera vez.

Gracias al éxito y a la trascendencia de la película se hizo un gran documental llamado El Mamut Siberiano dirigido por el director brasileño Vicente Ferraz sobre esta pelicula y también investiga porque este film fue tan desconocido hasta su redescubrimiento ayudándose de testimonios de varios protagonistas como actores, productores e incluso los guionistas. Imprescindible verlo si te gustó.

Soy Cuba es un film tan vanguardista como lo fueron los franceses de la Nouvelle Vague, pero a mi juicio con un valor artístico mayor, gracias a sus impresionantes tomas que te dejaran sin palabras.

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