domingo, 2 de agosto de 2009

Harakiri 1962 (Seppuku)

Kobayashi nos muestra una vez más a un hombre enfrentado, esta vez enfrentado al sistema de los clanes samurái y hace una dura crítica a su código que lo muestra casi como un código amoral, el guión de esta película es sublime, a cargo de Shinobu Hashimoto habitual de Kurosawa. Aquí se pone en entredicho el verdadero significado del honor poniendo en contrapunto el honor de los samurái y el honor de un hombre por salvar a su familia de la pobreza. Harakiri es aparte de una autentica lección de cine una lección moral.

Basada en el Japón feudal en el año 1630, época en la que Japón sufría una dura crisis, donde la sociedad estaba estructurada según clanes en los cuales los samurái miembros tienen un honor y una disciplina con el líder del clan de estilo militar. En ese siglo y debido a la fuerte crisis había muchos ronin, samurái sin amo o señor al que servir, y ésto es lo que utiliza el director como argumento para su magnifica película.

Se nos presenta al principio a un ronin que acude a un clan pidiendo permiso para cometer allí Seppuku, hay que advertir una diferencia entre Seppuku y Harakiri, Seppuku es un ritual llevado a cabo dentro de un clan donde el samurai se corta el vientre con su katana y luego es decapitado por un miembro de dicho clan, y Harakiri no necesariamente se practica dentro de un clan y el samurai se quita la vida el solo cortándose el vientre. Pero este ronin tiene la esperanza de que no le permitan hacerlo y le den algo de dinero dejándole marchar, lo que es una humillación para un samurái, ha ido a dar con un clan en que prevalece la disciplina férrea y la seriedad a la compasión. Tras contar su historia el clan le obliga a practicar Seppuku aunque él al darse cuenta de que de verdad lo va a tener que hacer intenta evitarlo, pero el clan en un gesto de absoluta inmoralidad le fuerza a llevarlo a cabo.

Después de esto empieza la parte principal de la película, con la aparición del protagonista Hanshiro Tsugumo interpretado por Tatsuya Nakadai, donde hará una actuación inolvidable, demostrando otra vez su grandísimo talento, haciéndonos la historia del todo creíble. Tsugumo acude al mismo clan que el anterior ronin y pide lo mismo al líder, entonces éste le cuenta la historia del anterior para que así desista de su idea, pero la película da un giro cuando Tsugumo una vez en el tatami y con el clan completamente preparado para el ritual, pide contar el una historia antes de quitarse la vida, la historia es sobre el anterior ronin, su hijo.

Kobayashi juega con el tiempo narrativo de una forma magistral, cortándolo y utilizando múltiples flashbacks de manera que la película se hace muy intensa, Harakiri tiene unos encuadres de una precisión asombrosa, también destaca el uso del blanco y negro que es resaltado sobre todo con el uso de kimonos negros sobre la arena blanca del jardín. Es una película que nadie debería perderse, que está a la altura de films de samurai de Kurosawa.

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