lunes, 21 de septiembre de 2009

Metrópolis 1927 (Metropolis)

Hablar de Metrópolis es toda una responsabilidad, por que es hablar de una auténtica obra de arte, no sólo del cine, sino de la historia del arte. Es una obra que ha sido analizada y estudiada hasta el más mínimo detalle, por cientos de críticos y expertos del cine y otras artes, una obra que se ha tratado de reconstruir fielmente en numerosas ocasiones con un cuidado digno de la restauración de grandes cuadros o esculturas. Ésto nos da una idea de la dimensión artística y cultural de la película. Fue nombrada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

Producida en los estudios Babelsberg por la Universum Film AG (UFA) y estrenada en 1927, siendo la película más cara de su tiempo, costó el equivalente a unos 200 millones de dólares de hoy. El guión fue escrito por Fritz Lang y su mujer Thea von Harbou, en 1924 y ella dos años más tarde publicó una novela inspirada en la película, antes del estreno de la misma. Muchas veces se ha dicho que Lang tomó como inspiración Manhattan para Metrópolis pero lo cierto es que el guión estaba casi definido antes de su viaje a los Estados Unidos, si que es verdad que le pudo ayudar a perfeccionarlo más.

La película es considerada uno de los grandes exponentes del expresionismo alemán, aunque la arquitectura retratada en la película parece estar basada en el modernismo contemporáneo y el Art Deco, esta última, es una marca de estilo considerada un emblema de la clase burguesa europea del momento y así mismo asociada a la clase dominante de la película. El laboratorio de Rotwang con sus luces y la maquinaria industrial, es un elemento precursor de un estilo muy influyente en los posteriores años, como en el aspecto del laboratorio de Frankenstein o el estilo de los científicos locos de la cultura pop.

Ofrece efectos especiales y decorados que aún hoy impresionan al público moderno. El experto en efectos especiales Eugen Schüfftan fue el creador de los innovadores efectos visuales que fueron ampliamente aclamados durante años, gracias a él se conoce como el efecto Schüfftan a un proceso de grabación cinematográfico con ayuda de espejos que se puso en practica en Metrópolis y más tarde fue visto de nuevo en La muchacha de Londres (Chantaje) la película de Alfred Hitchcock de 1929. Toda la película esta dominada por la tecnología, mucha de la tecnología que se retrato en la película como las grandiosas máquinas, es hoy en día inexplicable, y no se sabe con certeza como y donde se rodaron.

El 10 de enero de 1927, una versión de 153 minutos de la película se estrenó en Berlín, con un éxito moderado. Debido a ésto la película fue cortada y reeditada, después llego el cine sonoro a finales de 1927 y los responsables de los teatros se encargaron de mostrar la película a la velocidad estándar del cine sonoro, es decir, veinticuatro fotogramas por segundo, lo cual afectó al ritmo original de la película que era el habitual del cine mudo, dieciséis fotogramas por segundo, haciendo que la película se viera ligeramente acelerada.

La mayoría de los países junto con Estados Unidos, no estaban dispuestos a proyectar la película con una duración de más de 90 minutos, de esta manera pocas personas fuera de Berlín vieron Metrópolis como Fitz Lang originalmente tenia previsto.

En 1984 el productor musical especializado en pop-rock y bandas sonoras, Giorgio Moroder publicó una restauración de la película que incluía una banda sonora de música contemporánea en la que intervinieron entre otros el propio Moroder, Bonnie Tyler o Freddy Mercury. La versión no pudo haber sido recibida peor por la crítica, provocando un acalorado debate entre los cinéfilos. La versión de Moroder fue nominada a los Premios Razzie a la peor banda sonora original y al peor montaje o copia.

En 2001 con motivo del 75 aniversario, una nueva restauración de la que se encargó la Fundación Friedrich Wilhelm Murnau Stiftung fue proyectada en el Festival Internacional de cine de Berlín. Esta versión tiene una duración de 124 minutos que restableció la línea original de la historia a partir de imágenes fijas y con intertítulos que salvaron la falta de metraje. Esta es la versión que más se ajusta a lo que Fritz Lang deseaba. En junio de 2008, entre veinte y veinticinco minutos de metraje perdidos fueron encontrados en un archivo de El Museo del Cine de Buenos Aires. Esta cinta original de más de 210 minutos que se creía perdida, pasó desde 1928 por las manos de una distribuidora de películas, un coleccionista privado, una fundación de arte y finalmente acabó en El Museo de Cine de Buenos Aires donde pasó años sin descubrirse entre sus archivos. Está previsto que a finales de 2009 o principios de 2010 se publiquen estos minutos perdidos, en un nuevo DVD, aún no se sabe si como material extra o integrados en la película original, ya que los nuevos minutos encontrados están en muy mal estado de conservación.

Joseph Goebbels quedó impresionado por la película y claramente se tomó en serio el mensaje, ya que en uno de sus discursos en 1928 hizo referencia al mensaje de Metrópolis: “El mediador entre la mano y el cerebro, debe ser el corazón”. En parte debido a éso Fritz Lang declaró en una entrevista con Peter Bogdanovich su descontento con Metrópolis, donde dijo: “Usted no puede hacer una foto consciente de la sociedad en la que se diga que el intermediario entre la mano y el cerebro es el corazón. Quiero decir, eso es un cuento de hadas, yo estaba mucho mas interesado en las máquinas.” En 1933 su mujer Von Harbou se convirtió en un apasionado miembro del Partido Nazi y Lang se divorció de ella en 1934.

Como muchas películas de gran presupuesto de la época, la versión original de Metrópolis tenía una banda sonora original destinada a ser realizada por grandes orquestas que acompañarían a la película en los teatros más importantes. La música fue compuesta por Gottfried Huppertz, que para Metrópolis compuso una partitura orquestal que incluye muchos elementos de la música de Richard Wagner y Richard Strauss. Su música jugó un papel fundamental durante el rodaje de la película, ya que en la filmación de muchas escenas, fueron acompañadas por el propio Huppertz tocando el piano para conseguir un cierto efecto en los actores.

La película contiene una escena en la que María cuenta una variación de la historia del libro Bíblico del Génesis, de la Torre de Babel, pero de una manera que la conecta a la situación de ella y sus compañeros. Donde deciden construir un monumento a la grandeza de la humanidad y del creador del mundo, lo suficientemente alto como para llegar a las estrellas. Ellos trabajan muy duro, pero no pueden llegar a entender los sueños de los diseñadores de la Torre, y los diseñadores no se preocupan por lo que pasa por la mente de sus trabajadores. Y como explica la película: “Los sueños de unos pocos se han convertido en la maldición de muchos”.

Metrópolis examina un tema común de ciencia ficción de la época: La crisis social entre trabajadores y propietarios en el capitalismo. Como toda gran obra de arte sirve de inspiración en infinidad de campos, si nos centramos en el cine, no hay casi ninguna película de ciencia-ficción que no haya sacado partido de Metrópolis, por citar algunas, Blade Runner, Brazil, Star Wars, Superman, Batman y un largo etcétera, también en la música como por ejemplo el video de la canción de Queen, Radio Ga Ga, está inspirado en la película, o el productor estadounidense de techno más conocido, Jeff Mills lanzó una versión de la banda sonora, y en otros aspectos como el dibujante de manga japonés Osamu Tezuca que utiliza la película como inspiración para su novela de mismo nombre. De su influencia se podría estar hablando mucho más tiempo.

Como dije al principio, hablar de Metrópolis es algo muy importante, y en este artículo he intentado resumir los aspectos que me parecen más interesantes de la película y de su historia, si Metrópolis te entusiasmó, como a muchísima gente, podrás completar tu conocimiento sobre ella en infinidad de fuentes. Gracias a películas como esta, el cine es una maravilla, una combinación de artes escénicas, un placer para el espectador. Después de ver Metrópolis, ¿Quién se atreve a negar que el cine sea un arte?.



2 comentarios:

  1. Me parece un artículo muy brillante y que refleja magníficamente,la historia y el contenido de esta extraordinaria película.

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  2. Un buen ensayo del futuro, en el que se entremezclan los elementos soñados por el director con visiones historicas, acerca del pasado de la humanidad (La máquina estallando y convirtiéndose en un templo ancestral devorando a los mártires). Por ello más que con la sentencia por autonomasia de esta película (El mediador entre la mano y el cerebro debe ser el corazón), me quedo con el mensaje soterrado de que aunque con escenarios y matices diferentes, la historia de la humanidad siempre se repite. En nuestras manos está conseguir que cada vez sea menos funesta.
    Un gran articulo

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