jueves, 4 de febrero de 2010

Anatomía de un Asesinato 1959 (Anatomy of a Murder)


Es una película dirigida por Otto Preminger y escrita por Wendell Mayes basada en el best-seller del mismo nombre escrito por John D. Voelker en 1952 bajo el seudónimo de Robert Traver. El propio Traver basó la novela sobre el caso de asesinato en el que él mismo fue el abogado defensor. Es una de las primeras películas que se atrevieron en Hollywood a hablar claramente sobre una violación.Anatomía de un asesinato es la mejor película de drama judicial que he visto, a pesar de sus dos horas y cuarenta minutos de duración, para mi necesarias, y de sus largas secuencias en el tribunal es sin duda una obra maestra, Otto Preminger demostró como se debe hacer una película de este estilo sin caer en el melodrama como ocurre habitualmente y sin hacerla sensacionalista o sentimental, a parte de su veracidad judicial, ya que cabe señalar que algunos profesores de Derecho de la Universidad de California UCLA la utilizan como una herramienta de enseñanza, ya que abarca (desde el punto de vista de la defensa) todos las etapas básicas en el sistema de justicia penal de EE.UU.Los diálogos aparecen de una manera tan inusualmente franca para el año en que se rodó 1959, que fue una de las primeras películas de Hollywood en impugnar el Código Hays, junto con Billy Wilder, Con faldas y a lo loco (1959) y Psicosis de Alfred Hitchcock (1960). Es más muchos cinéfilos creen que estas películas impugnaron las directrices de la censura de la industria del cine.La película transcurre en Michigan, donde el abogado Paul Biegler el magnífico James Stewart, un ex fiscal de distrito que ha perdido su reelección y que ahora pasa la mayor parte de su tiempo pescando, tocando el piano y saliendo con su amigo y colega el alcohólico Parnell McCarthy (Arthur O'Connell). Hasta que un día Biegler es contactado por Laura Manion (Lee Remick), la esposa del teniente del Ejército de EE.UU. El grosero Frederick "Manny" Manion (Ben Gazzara). Resulta que el teniente ha sido detenido por el asesinato en primer grado del propietario de un bar Barney Quill del que a su vez Laura afirma haber sido violada. Manion no niega el asesinato, pero Biegler logra empujarlo a una posición en la que afirma no tener memoria de lo ocurrido, por lo que podrían lograr su libertad con la defensa de un impulso irresistible una versión de una locura temporal. Pero la defensa no será fácil ya que el fiscal del distrito es asistido por el poderoso abogado Claude Dancer el genial actor George C. Scott. Otto Preminger logra mantenernos atentos y dubitativos en este filme donde contrariamente a las películas judiciales, aquí ya sabemos la verdad de lo que ha pasado, sabemos que Laura ha sido violada y que su esposo asesinó al dueño del bar, pero la batalla entre los dos abogados es sensacional.
El papel del juez se ofreció a los actores Spencer Tracy y Burl Ives, pero al final fue Joseph Welch, abogado en la vida real, famoso por defender a Joseph McCarthy durante la audiencia de un anti-comunista, el que interpretó al juez, Welch aceptó el papel sólo después de que Preminger accediera a que su esposa formara parte del jurado de la película.
La impresionante banda sonora de la película fue compuesta por Duke Ellington y Billy Strayhorn y tocada por su propia orquesta. Fue uno de los primeros filmes en el que casi la totalidad de su banda sonora esta compuesta de jazz.
La fama y el reconocimiento de anatomía de un asesinato ha ido creciendo con los años, pero aún así recibió numerosos premios tras ser estrenada, como los premios de la Asociación de Críticos de Nueva York NYFCC al Mejor Actor para James Stewart y al Mejor Guión para Wendell Mayes en 1959, también el mismo año recibió en el Festival Internacional de Cine de Venecia la Copa Volpi al Mejor Actor James Stewart y el premio Grammy al Mejor Álbum como Banda Sonora.
Merece la pena disfrutar de estas dos horas y cuarenta minutos, de auténtico cine, filmado sensacionalmente por Otto Preminger, acompañado de actores como James Stewart, George C. Scott o los siempre originales títulos de crédito de Saul Bass. Una auténtica delicia cinematográfica.

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