La evasión es una obra maestra indiscutible, además es una de las películas por las que siento especial predilección, una película que no se me olvida nunca y que siempre que hablo de cine la tengo presente. La evasión fue aclamada como obra maestra por los directores de la nouvelle vague y más particularmente por François Truffaut. Hoy en día sigue manteniéndose como uno de los mejores dramas carcelarios de todos los tiempos, teniendo en cuenta lo amplio que es el género y la cantidad de films que se han realizado posteriormente sobre fugas.
Es inevitable no comparar La evasión con la gran película de Bresson, Un condenado a muerte se ha escapado, y de la que ya hablé en la temática del propio director. Pero estas dos películas tienen muchas diferencias, la de Bresson es más un trabajo espiritual, en cambio, Becker se centra más en la realidad, sombría y oscura. Además de que el deseo de escapar de la prisión en la película de Bresson es una cuestión de vida o muerte y en la de Becker está impulsada por la necesidad de ser libre y destruir el régimen que trata a los prisioneros como animales.
Para añadir más sensación de realismo, Jacques Becker incluyó actores no profesionales para la película y además no hay una sola nota musical durante todo el largometraje hasta que aparecen los títulos de crédito, es realmente difícil imaginar una película de gran tensión y suspense con ausencia total de música, pues Becker lo consigue magistralmente.
La evasión está basada en un hecho real de la postguerra, en el que un grupo de cinco presos tratan de llevar a cabo una fuga en la cárcel de
Le Trou, título original, y que quiere decir “el agujero” no hace referencia a la prisión ni a la celda que los mantiene encerrados, sino al agujero que excavan en su celda durante la fuga, un agujero que conduce a la liberación, una escena esplendida se produce cuando dos de los presos terminan el agujero y pasan a través del alcantarillado, y asoman sus cabezas por la alcantarilla viendo la calzada, la libertad.
Gran parte de la fascinación visual de la película gira en torno al proceso doloroso de excavar ese túnel a través de la pared de hormigón de la alcantarilla que hay bajo la celda. Los largos planos detallistas de los trabajos que realizan para fugarse como el incesante golpear del hierro contra la piedra del suelo de la celda, un golpear tan duro y difícil, hace que el espectador comparta su dolor, su frustración, pero también su optimismo. Muchas escenas de los métodos que usan, sobre todo Roland, para salvar todas las dificultades técnicas que se le plantean en su camino a la libertad son magistrales, como el ejercicio circense que hace junto a Manu para no ser vistos por un guardia tras una columna, genial.
Se ha comentado muchas veces el perfecto control que posee Jacques Becker sobre el tiempo cinematográfico, y en La evasión lo muestra de forma muy compleja, el tiempo de la película está dividido en dos partes. En la primera, Becker insiste en reflejar el tiempo real, dando mucha importancia a los acontecimientos que tendrían lugar si fuera la vida real. Sin embargo en la segunda mitad, Becker aprovecha inteligentemente que los presos antes no podían medir el tiempo y que Roland ha fabricado un reloj de arena, entonces ahora el tiempo se puede medir y con ello la película va más deprisa, las acciones son más cortas y menos detallistas, este contraste de tiempos nos prepara para el sorprendente final de La evasión.
Uno de los detalles que más me gustan de la película es el invento del pequeño periscopio, que fabrican con un trozo de espejo y un cepillo de dientes, impresionantes las imágenes filmadas a través del espejo. Ya que los guardias hacen estrictos controles a los presos, tanto en los paquetes de alimentos, como en el horario, etc, pues ellos usan este artilugio para espiar a los guardias, y contrarrestar así sus métodos invasivos.
Destacar el contraste entre los personajes de Geo, que colabora y ayuda a sus compañeros hasta el final en la excavación del túnel para luego comunicarles que no se va a fugar por que no le compensa. Con el papel de Gaspard que es un hombre débil y un traidor. Jacques Becker en Le trou refleja como nadie lo que es el compañerismo, la lealtad, el trabajo en equipo y la traición. El director estaba enfermo durante el rodaje, y murió sin haber terminado la mezcla de sonido, la película se terminó como deseaba Becker, pero después de su no muy exitoso estreno el productor decidió recortar la película de ciento cuarenta minutos a ciento trece. Es una auténtica lastima que ese metraje se perdiera y no podamos disfrutar de la obra completa, aun así, La evasión es una fascinante obra maestra.
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